El Terrorismo en Perú: Sendero Luminoso y el MRTA, un Legado de Violencia
¿Quiénes son Sendero Luminoso y el MRTA?
Sendero Luminoso, formalmente conocido como el
Partido Comunista del Perú, fue fundado en 1970 por Manuel Rubén Abimael Guzmán
Reinoso, un exprofesor de filosofía. Inspirado por la ideología maoísta, el grupo buscó
reemplazar las instituciones del Estado peruano por un régimen comunista
campesino. Durante las décadas de 1980 y 1990, su campaña de violencia alcanzó
niveles extremos, incluyendo masacres, atentados y actos de terror
generalizados.
Por su parte, el MRTA se estableció en 1982 bajo la
influencia de la Revolución Cubana, liderado por Víctor Polay Campos. A
diferencia de Sendero Luminoso, el MRTA llevó a cabo acciones armadas con un
estilo más guerrillero y fue responsable de secuestros, ataques con coches
bomba y asaltos militares. Aunque también catalogado como terrorista, el MRTA
intentó diferenciarse por mantener una estructura que reivindicaba sus actos
como parte de una lucha política más amplia.
Orígenes e Ideologías
El surgimiento de Sendero Luminoso y el MRTA puede rastrearse hasta el
ambiente político y social de los años 70, marcado por un profundo feudalismo y
la influencia de la Guerra Fría. Sendero Luminoso nació en la Universidad
Nacional San Cristóbal de Huamanga, donde Guzmán propagó sus ideas maoístas
entre los jóvenes descontentos con el estado de la nación. En contraste, el
MRTA surgió como un brazo armado que buscaba combatir las injusticias
percibidas a través de la acción directa, inspirándose en otros movimientos
revolucionarios de América Latina.
Principales Actos Terroristas de Sendero Luminoso y el MRTA
Atentado de Chuschi (1980): Este fue el primer acto terrorista de envergadura de Sendero Luminoso y marcó el inicio de su campaña armada contra el Estado peruano. En la pequeña localidad de Chuschi, Ayacucho, miembros del grupo armado irrumpieron en la oficina electoral, robando y quemando las urnas electorales la noche antes de las elecciones generales. Este acto no solo desafió la autoridad del Estado, sino que también simbolizó la firme oposición del grupo a la democracia representativa, anunciando su llegada como una fuerza disruptiva en la política peruana.
Masacre del Expreso de la Muerte (1984): Sendero Luminoso ejecutó uno de los episodios más sangrientos de su historia terrorista. El grupo emboscó un autobús conocido como el "Expreso de la Muerte" en una ruta rural en Ayacucho. Disfrazados de militares, los senderistas detuvieron el vehículo y procedieron a asesinar sistemáticamente a los pasajeros, así como a los residentes de comunidades locales que encontraron en el camino. La brutalidad extrema de estos asesinatos, incluyendo machetazos y lapidaciones, fue un mensaje claro de intimidación y demostración de poder.
Atentado de Tarata (1992): En uno de los ataques más destructivos en su historia, Sendero Luminoso detonó un coche bomba en la calle Tarata en el distrito de Miraflores, Lima. El saldo fue devastador: 25 personas murieron y cientos resultaron heridas. Este ataque no solo infligió daño físico significativo a una de las áreas más concurridas y comerciales de Lima, sino que también impactó psicológicamente a la población peruana, llevando el conflicto a un entorno urbano y demostrando que nadie estaba fuera del alcance del terror de Sendero Luminoso.
Nota: “Atentado de Tarata”. (1992, Julio 17) Se recorrió por el jirón Tarata
un día antes del atentado terrorista.
Nota: Conocida
como "madre coraje", María Elena Moyano fue una activista en época del
terrorismo (1992) (Centro de la Mujer
Peruana Flora Tristán, Perú)
Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA):
Secuestros y "cárceles del pueblo" (1984-1996): Durante este período, el MRTA llevó a cabo una serie de secuestros de alto perfil, dirigidos principalmente a empresarios y figuras políticas, para financiar sus operaciones y presionar al gobierno. Las víctimas eran mantenidas en condiciones deplorables en las llamadas "cárceles del pueblo", que eran en realidad escondites subterráneos donde los rehenes eran frecuentemente torturados. Estos actos no solo financiaron las actividades del MRTA, sino que también intentaron minar la confianza en la capacidad del Estado para proteger a sus ciudadanos.
Violencia contra minorías sexuales (1989): El MRTA también fue responsable de actos de
violencia dirigidos contra minorías sexuales, incluyendo un ataque
particularmente violento en un bar en Tarapoto, donde seis militantes mataron a
ocho travestis. Este ataque fue justificado por el grupo como un acto contra lo
que consideraban degradación moral, mostrando la extrema intolerancia del grupo
hacia ciertos sectores de la sociedad.
Toma de la residencia del embajador japonés (1996): Este fue el acto más audaz y también el
último gran acto terrorista del MRTA. Un comando de 14 miembros tomó la
residencia del embajador japonés en Lima durante una recepción, secuestrando a
800 rehenes, incluidos muchos diplomáticos, funcionarios gubernamentales y
líderes empresariales. El MRTA demandó la liberación de sus miembros
encarcelados a cambio de los rehenes. El asedio duró 126 días y concluyó con un
dramático asalto militar que resultó en la muerte de todos los terroristas, un
rehén y dos miembros del comando de rescate, dejando un legado de preguntas
sobre la adecuación de la respuesta del gobierno y las violaciones de derechos
humanos durante el rescate.
Estos actos son emblemáticos del tipo de violencia
que caracterizó al terrorismo en Perú durante las últimas décadas del siglo XX,
reflejando las profundas divisiones y el conflicto extenso que enfrentó el
país.
Nota: Momento donde la embajada japonesa es atacada. (1996)
Consecuencias y Legado
Las repercusiones de las campañas de terror de Sendero Luminoso y el
MRTA fueron devastadoras. Decenas de miles de personas murieron y otras tantas
desplazadas, dejando una herida profunda en el tejido social y político del
Perú. A pesar de la captura de sus líderes y la desarticulación de sus
estructuras, los ecos de su violencia aún resuenan en las políticas de
seguridad y en las memorias colectivas del país.
Reflexión Final
Comprender la historia del terrorismo en Perú es crucial para asegurar
que las tragedias del pasado no se repitan. Aunque el país ha avanzado en
muchos aspectos, la reconciliación y la justicia para las víctimas sigue siendo
un desafío pendiente. El legado de Sendero Luminoso y el MRTA sirve como un
recordatorio sombrío de lo que puede ocurrir cuando las injusticias y la
exclusión alcanzan un punto de ruptura.
Referencias:
Tramontana Cubas (s.f).La
violencia terrorista en el Perú, Sendero Luminoso y la protección internacional
de los Derechos Humanos. Congreso de la República.
https://www2.congreso.gob.pe/sicr/cendocbib/con4_uibd.nsf/BD0C6CC2DA0E3A8E05257BF1001AA8BB/$FILE/La_violencia_terrorista_en_el_Per%C3%BA_I.pdf
Serranó, A. (2018). Ideología y violencia : los límites entre la libertad de expresión y la apología del terrorismo en el Perú. https://tesis.usat.edu.pe/handle/20.500.12423/1253
Miguel, M. B. M. (2012). El movimiento revolucionario Túpac Amaru (MRTA) y las fuentes de la revolución en América Latina. Colecciones Digitales De El Colegio De México. https://repositorio.colmex.mx/concern/theses/9s1616520?locale=es
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